30 abril, 2025
En la industria de los viajes y eventos, nada reemplaza la experiencia real de un destino. Recientemente, Sidney Alonso realizó un viaje de inspección a Arabia Saudita, uno de los destinos más intrigantes y aún poco explorados por los viajeros de América Latina. Acompañado por su esposa, Priscila, Sidney vivió el destino desde diferentes perspectivas —la profesional y la personal—, lo que enriqueció aún más su evaluación del potencial turístico saudí.
Conversamos con Sidney sobre su experiencia en el destino y los aprendizajes que pueden inspirarte, como agente de viajes o planificador de eventos, a mirar con más atención hacia esta nueva frontera.
1. ¿Qué fue lo que más te sorprendió de Arabia Saudita, especialmente desde la perspectiva de un profesional de la industria de eventos e incentivos?
Sidney: Lo que más me sorprendió fue la rapidez con la que el país se está estructurando para recibir al turismo internacional. Hay una combinación fascinante entre tradición y modernidad — visible en los espacios, en las experiencias ofrecidas y en la atención a los detalles. Arabia Saudita se posiciona como un destino de alto nivel, con una propuesta fuera de lo común — justo lo que buscamos para nuestros clientes.
2. ¿Cómo fue la recepción y la hospitalidad durante el viaje? ¿Qué se puede esperar en términos de infraestructura y servicios?
Sidney: Nos recibieron con una hospitalidad genuina, que me recordó mucho la calidez de destinos árabes como Jordania y Omán. La infraestructura impresiona: aeropuertos modernos, trenes de alta velocidad y hoteles cinco estrellas. Marcas internacionales como Four Seasons, Banyan Tree y Mövenpick ya están presentes, además de marcas locales como Desert Rock y Shebara.
3. ¿Qué regiones o ciudades visitaste y cómo se diferencian entre ellas?
Sidney: Llegamos al país por carretera, saliendo desde Áqaba, en Jordania, y entrando por Tabuk. Visitamos Riyadh, Jeddah, AlUla, Wadi Disah y Medina. Riyadh es la capital y centro político-corporativo; Jeddah tiene un encanto costero y una escena cultural vibrante, con proyectos ambiciosos como la Jeddah Tower. AlUla es un espectáculo aparte — arqueología, arte y naturaleza en el desierto, ideal para experiencias transformadoras.
4. ¿Qué experiencias destacarías como inolvidables o auténticas para un grupo latinoamericano?
Sidney: Explorar AlUla, con sus más de 100 tumbas conservadas, es inolvidable. La naturaleza también impresiona — especialmente Elephant Rock, con su altura imponente, y los cañones de Wadi Disah.
5. En términos logísticos, ¿cómo están los accesos al destino? ¿Vuelos, visados, desplazamientos internos, etc.?
Sidney: El país ha invertido mucho en conectividad. Ya hay vuelos directos desde ciudades como Dubái, Doha e Estambul, que fue por donde llegamos. Hay trenes de alta velocidad que conectan ciudades como Jeddah. El tema de los visados aún es un desafío: los viajeros de América Latina deben gestionar la visa a través de la embajada. La buena noticia es que quienes tienen visa estadounidense o pasaporte europeo pueden solicitar el e-visa en línea.
6. ¿Qué te llamó más la atención de las inversiones en turismo, como NEOM, AlUla y los resorts en el Mar Rojo?
Sidney: El nivel de ambición es impresionante. NEOM parece un proyecto futurista — y las obras ya están en marcha. AlUla es una realidad: vehículos modernos, hoteles de alto nivel y estructuras como Maraya, el mayor edificio espejado del mundo. En el Mar Rojo, resorts exclusivos como Shebara ya están operando, aunque no pudimos visitarlos por condiciones climáticas.
7. ¿Ves a Arabia Saudita como un destino listo para el mercado latino? ¿Hay algo que aún deba madurar?
Sidney: Sí, el destino ya está preparado para recibir grupos exigentes. Sin embargo, es esencial alinear expectativas culturales. Aunque el país se está abriendo rápidamente, hay normas y costumbres que deben respetarse. El consumo de alcohol, por ejemplo, sigue prohibido, incluso para turistas — un punto clave al diseñar itinerarios. El trabajo de un DMC es fundamental. El destino está listo, pero aún necesita refinar su comunicación y adaptación a nuestro estilo latino.
8. Priscila, tu esposa, te acompañó en este viaje — y sabemos que la experiencia femenina en Arabia Saudita todavía genera muchas dudas. ¿Cómo vivió ella el destino?
Sidney: Priscila quedó impresionada con la amabilidad con la que fue tratada. En ningún momento se sintió incómoda ni insegura. Tuvo total libertad para moverse y la vestimenta no fue un problema. Visitamos restaurantes, museos, mercados, y ella interactuó libremente con guías y anfitriones. Fue curioso notar que la gran mayoría de los empleados en restaurantes y hoteles eran mujeres locales. Fue una experiencia enriquecedora también para ella, desde una mirada más personal y humana.
9. Pensando en el segmento MICE, ¿crees que Arabia Saudita ya está preparada para este tipo de proyectos? ¿Cuál sería el tamaño ideal de grupo?
Sidney: Sí, especialmente para grupos pequeños y medianos que buscan exclusividad y experiencias fuera de lo común. Diría que el tamaño ideal en este momento está entre 20 y 40 personas. La infraestructura permite eventos más grandes, pero considerando distancias y conectividad entre ciudades, lo ideal es apostar por grupos más compactos y atentos a los detalles.
10. ¿Cuál sería el perfil ideal de grupo para vivir Arabia Saudita hoy?
Sidney: Grupos con interés cultural y religioso, viajeros curiosos, aventureros y con espíritu inquieto. Es un destino para quien ya conoce los clásicos y busca algo nuevo. Ejecutivos en busca de inmersión cultural, grupos de incentivo que valoran la autenticidad, e incluso grupos femeninos — siempre que estén bien orientados — pueden aprovechar mucho. Es el tipo de viaje que transforma y deja huella.
Con la experiencia de Karma House DMC, estamos listos para apoyarte si quieres ofrecer algo realmente fuera de lo común.
Para saber más, ponte en contacto con nuestro equipo.