Si estás buscando salir de los caminos tradicionales en Egipto, esta extraordinaria cuenca fértil en el remoto desierto occidental es la materia prima de tu imaginación. El aislado Siwa Oasis está salpicado de olivos, palmeras y manantiales de agua cálida y clara, y está bordeado por grandes dunas hasta donde alcanza la vista. Caminar por sus pueblos de adobe es como retroceder en el tiempo.

Ubicado a 560 km de El Cairo, llegar allí es toda una aventura. El viaje dura aproximadamente ocho horas por carretera a través de Alejandría; de lo contrario, una opción es un vuelo chárter privado de una hora y 15 minutos. El esfuerzo vale la pena: Siwa está a un mundo de distancia de las multitudes del Alto Egipto. En cambio, es un retiro tranquilo y de ritmo lento donde puedes descansar y recuperarte.

También hay mucho que hacer aquí. Los viajeros pueden visitar las ruinas de la Fortaleza Shali, que fue construida en el siglo XII por solo 40 hombres. Además, el Templo del Oráculo, que se remonta al reinado del faraón Amasis II, que gobernó entre el 570 y el 526 a. C., tiene una vista impresionante del oasis. También puedes embarcarte en emocionantes aventuras en un vehículo 4×4 a través del mar de arena, que se extiende desde el oeste de Egipto hasta el este de Libia.

Otra razón para venir aquí es encontrar una cultura diferente. La gente de Siwa, los únicos bereberes en Egipto, es diferente de otros egipcios, con sus propias tradiciones e idioma. La pequeña Casa Museo de Siwa ofrece una mirada más cercana a la vida local a través de artesanías como joyas, platos decorativos y ropa bordada.

Siwa Oasis es un lugar maravilloso para el viajero más intrépido que quiere alejarse de los caminos tradicionales. Emeco Travel recomienda una estancia en el desierto en el eco-lodge Adére Armellal, un lugar rústico y confortable que aporta sencillez y magia para escapar del mundo moderno.

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